Otra vuelta
Mientras escribo estas líneas mi cara se refleja en la pantalla del ordenador.
¿Es la misma de hace tres meses? De manera automática una afirmación se dispara en mi cabeza. Pues claro. Quizá haya alguna manchita del escasísimo sol que este verano se ha posado en mi. Igual han salido algunas canas nuevas del casi imperceptible descanso al que mi cuerpo se ha visto sometido.
Bajo la persiana del despacho y mi rostro se hace mucho más presente (a veces la oscuridad es la mejor de las linternas)
Me supe yo el día que apagué el pc para hacer el descanso estival, pero creo que esta que está aquí sentada no es la misma de entonces. ¿Quién vuelve? ¿Qué significa eso de volver?
Me pregunto cuántas veces nos iremos y nos reencontraremos con nosotras pero de otra manera, a lo largo de nuestra vida. Cuántos veranos internos, qué cantidad de auto descansos nos habremos tomado. Cuantos quedarán.
Al final lo que me resulta más sorprendente es que a pesar de estas auto vacaciones, SIEMPRE VOLVEMOS. Siempre queda algún regusto, a veces amargo pero familiar de lo que hubo. Una reminiscencia que nos atrae como los bichitos que revolotean ansiosos en las farolas. Ese reconocernos en el fondo de las pupilas, al final de la mirada. SIEMPRE VOLVEMOS aunque no tengamos del todo claro de qué manera.
Ana Delicado