“Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en la que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe de estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto, sepas que sí, es verdad, yo estoy aquí. Soy tan extraña como tú”
Frida Kahlo
Tanto si te conoces, si tienes recorrido de trabajo personal como si es la primera vez que necesitas explorar qué te está pasando, trabajar en grupo con otros puede ser una oportunidad para aprender a relacionarte de otra manera. Compartir la dificultad que tienes con otras personas ayuda a descubrir nuevas formas de afrontamiento, a dar y a recibir, a apoyar y a permitirte ser sostenido.
El grupo es como un microcosmos, todo lo que ocurre en él es aplicable a lo que te sucede fuera de él, las experiencias y aprendizajes te ayudarán a afrontar de una forma distinta tus dificultades en el día a día. El espacio que te ofrece el grupo para ayudar a los demás hará que te sientas útil, que aumente el conocimiento de ti mismo así como la confianza.
Los grupos están formados por un número reducido de personas favoreciendo así la participación activa de todos los miembros. Tenemos siempre en consideración los tiempos y el ritmo de la persona, respetando la libertad a la hora de querer compartir. En la mayoría de los casos tienen una duración de hora y media y están limitados en el tiempo. Están dirigidos por dos terapeutas lo que facilita el desarrollo óptimo del grupo.
La participación en un grupo proporciona un alivio en sí mismo, puesto que uno se percata de algo muy importante: “No estoy solo con mi problema”, y de que en lo profundo no somos tan diferentes, todos compartimos las mismas necesidades.
Formar parte de un grupo ayuda a
Experimentar la sensación de pertenencia, de validación, sintiendo que a los demás miembros del grupo les importas y que ellos te importan a ti, donde se aprende a escuchar y a valorar lo que eres.
Descubrir la diversidad, es decir, los diferentes puntos de vista de los miembros del grupo, no sólo ya del terapeuta, brinda una excelente oportunidad para tener información de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los otros y con la vida y darnos cuenta de cómo funcionamos en determinadas situaciones.